Santiago de Cali, Marzo 10 de 2011
LA ASOCIACIÓN COLOMBIANA DE INGENIERÍA SANITARIA Y AMBIENTAL – ACODAL SECCIONAL OCCIDENTE, ha observado, que el Estado en cabeza del Sr. Presidente Dr. Juan Manuel SANTOS, se vio obligado a expedir el Decreto 141 de Febrero el 2011, debido a los resultados no satisfactorios, en la mitigación y prevención de los efectos de una ola invernal, debidamente anunciada, dando origen al reordenamiento gerencial y a la reconformación de los Consejos Directivos de las Corporaciones Autónomas Regionales – CAR’s, dando pautas en su funcionamiento y actuación.
Esas motivaciones, hacen parte de las manifestaciones que ACODAL en forma reiterada ha expresado desde mucho tiempo atrás, al anotar el desinterés por el manejo ambiental del país, y de la necesidad de reformar la LEY 99 de 1993, que le dio origen a las CAR’s y al Sistema Nacional Ambiental – SINA.
Nos gratifica saber que el equipo de nuevos consejeros, inician su tarea, induciendo cambios con énfasis técnico y designando profesionales que por su formación y trayectoria estarán atentos a re-direccionar el derrotero de tan importante institución, bajo la “lupa” de proyectos técnicos que apunten a atender inaplazables proyectos coherentes y pertinentes con la respuesta que el medio
ambiente y la sociedad les demandan en la región y particularmente en el área de su influencia.
Nos inquieta sí, el plazo que toma el redireccionamiento para obtener resultados positivos, dadas las condiciones desafortunadas en que se ha manejado la autoridad ambiental regional CVC en las últimas administraciones, y por situaciones actuales que se presentan, como los “bandazos” que hemos conocido por los medios de comunicación en estos días nombrando y des-nombrando funcionarios.
La Asociación Colombiana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental ACODAL Seccional Occidente, en cumplimiento con su misión, se manifiesta sobre este tema, partiendo del hecho que la protección y sostenibilidad del medio ambiente es transversal al desarrollo de la sociedad, y debe ser garantía para optimizar la calidad de vida de los colombianos, y para el caso específico, de los vallecaucanos, para que no se degrade como ha venido sucediendo.
Calle 10 Norte N°9N-34 Tels.: 661 12 42 – 667 11 76 Fax: 6673901 Cali – Colombia E-mail: seccionaloccidente@acodal.com – Web: www.acodal.org.co / acodal.com Sabemos que la historia reciente de la CVC involucra en su escenario financiero, disponibilidad de
suficientes recursos económicos que bien administrados deben ser la base para proyectar con fuertes cimientos y solidez la base medioambiental en todos sus frentes.
Nos preguntamos en qué medida el Plan de Acción Trienal – PAT (ahora extendido desde 2007 a 2011 –quinquenal- y que será en adelante cuatrienal), plantearía la “columna vertebral” de los proyectos realmente significativos e importantes, que permita tener una autoridad ambiental atendiendo eficiente y oportunamente sus tareas de control y vigilancia, al mismo tiempo que esté lista para atender los riesgos generados por los fenómenos naturales, entre ellos los resultados del fenómeno climático LA NIÑA, que bien podría ser también para EL NIÑO. Estos y otros fenómenos se reflejan en destrucción y deterioro de condiciones de vida y del patrimonio medio ambiental.
Estos desafortunados escenarios que recientemente han afectado de manera considerable a comunidades enteras, sectores industriales y comerciales, entre otros, tienen que servir para lograr cambios en las instituciones con repercusiones contundentes y sostenidas en el futuro inmediato.
Así mismo, llamamos la atención para que el presupuesto no se atomice en un sin número de proyecticos poco integrales, que no le hacen bien ni generan reales condiciones de mejoramiento en la calidad de vida de la población y de la región, representando finalmente solo un gasto.
Las sobretasas ambientales y en general los recursos de la CVC deben ser celosamente administrados. No debemos aceptar la multiplicidad de contratación en propósitos no claros ni adecuadamente benéficos y menos con contratistas que no cumplan con idoneidad y conocimiento el objeto de los contratos y la misión de la Corporación, haciendo que los proyectos realmente consecuentes con ella se debiliten por la pérdida de un verdadero “norte” de la institución.
Podríamos decir, que la real gobernabilidad de la institución también es digna de cuestionamiento. Podría ocurrir, que no todos los funcionarios y empleados de la CVC tengan puesta la camiseta. Tal vez algunos por sentirse perplejos ante las situaciones vividas de los últimos años, y otros por incompetencia o falta de idoneidad o por obedecer a otros intereses y no a los que corresponden al desarrollo de la entidad. Igualmente preocupa que no se haya seguido haciendo “escuela” para que los técnicos que van cumpliendo sus respectivos ciclos laborales, sean reemplazados por otros con similar formación y así se conserve el patrimonio de profesionales idóneos al servicio de la institución. Para ello también debe de facilitarse su preparación técnica y académica tanto en el país como en el exterior, y promover y permitir los viajes de conocimiento técnico.
Otro asunto es la destinación de recursos para el logro de beneficios ambientales en comunidades étnicas, y nos preguntamos si obedecen a planes y proyectos debidamente estudiados y que apunten a atender temas críticos de su territorio. No creemos que solo porque se tenga una representación en un Consejo Directivo, se deban desarrollar programas con abundantes recursos, sin un propósito claro y transparente.
Llamamos la atención para el desarrollo del macro proyecto: “PROGRAMA PARA EL SANEAMIENTO, MANEJO Y RECUPERACION AMBIENTAL DE LA CUENCA ALTA DEL RIO CAUCA”, recogido bajo el CONPES 3624 de 2010 y que involucra acciones múltiples que propenden por garantizar a las generaciones del futuro, el uso y la utilización de este importantísimo recurso hídrico con calidad óptima y cantidad suficiente. Aquí los grupos étnicos ubicados en mayor proporción en el Departamento del Cauca, se ven cobijados en este programa, aunque los recursos económicos que se asignan y debe aportar nuestro departamento vecino, son reducidos.
Preguntamos igualmente, ¿en qué medida se deben optimizar los recursos que se destinan paraetnias en el Valle del Cauca y ser consecuentes con la integridad en proyectos con el Departamento vecino mencionado, que es donde nace la fuente hídrica en cuestión y que nos interesa a todos recuperar y sostener?. La falta de educación ambiental lleva a la destrucción de bosques, al manejo inadecuado del suelo, a cultivos no propios o adecuados según el terreno y su geografía, afectando no solo a las etnias que ocupan estos terrenos, sino a las fuentes hídricas que los atraviesan, deteriorando su cuenca, y luego en su trayectoria a la población en general y a otros patrimonios naturales, estatales, particulares y empresariales.
El Río Cauca, es fuente de riqueza hídrica y ambiental, de él se obtiene agua para el consumo humano, y no puede permitirse su continuo deterioro, por alguno de los actores o todos los que rondan su cuenca y su área de influencia.
Lo expresado en este comunicado recoge los temas que desde la ética de nuestro gremio consideramos de mayor relevancia, como un aporte al nuevo cauce de la institución en que descansa la perspectiva del desarrollo sostenible de nuestro departamento, cimentado en la protección de los recursos naturales y el medio ambiente.
Presidencia Junta Directiva
ACODAL Seccional Occidente
Marzo 2011
