La crisis de la recolección de basuras en Cali, es un tema no solo para analizar bajo coyuntura; la ciudad no puede continuar equivocándose al olvidar la solución de fondo a una crisis que parece no tener fin.

En primera instancia, esta el manejo politiquero que se le ha dado a través de los años a EMSIRVA y que ahora bajo otras formas, es objeto la empresa, cuando se la disputan como un “objeto de mostrar” diferentes instituciones gubernamentales, pero que sin que ninguna de estas, haya definido una ruta de trabajo que le garantice la sostenibilidad empresarial.

En segundo lugar, ante la inoperancia de EMSIRVA, las Empresas competidoras, ganan terreno en los comercios, industrias y estratos socio-económicos 5 y 6, que son precisamente, los que generan los recursos para los subsidios cruzados, que se otorgan a los estratos 1,2 y 3. Agravándose aun mas el descreme del mercado, quedándose EMSIRVA con el hueso y la carne se la llevan otros prestadores.

El anuncio de la SSPD de organizar la operación por zonas con la contratación de operadores en estas, es un paso intermedio a la solución definitiva, puesto que no frena el desorden en el mercado, continuándose con el descreme del mercado y con tarifas de EMSIRVA que no son retribuidas con servicios eficientes de recolección, barrido, poda y cortes de zonas verdes.

la Asociación Colombiana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental-ACODAL Seccional Occidente, conciente de esto, insiste en que la ciudad debe ordenar el mercado convirtiéndose en un área de servicio exclusivo y licitar la recolección de basuras, por zonas (en este proceso podría participar EMSIRVA como operador o como interventor del servicio), dando de esta manera una solución de largo plazo a la recolección de basuras en la ciudad, además incorporándole a los operadores, la obligatoriedad de la poda de árboles, mantenimiento de zonas verdes, que hoy le cuestan a la ciudad dineros importantes de recursos de la CVC y el DAGMA.

La ciudad de Cali no puede despreciar el ejemplo de lo sucedido en la ciudad de Bogota, cuando era la ciudad más sucia y pasó a convertirse en el modelo de aseo de Colombia, lográndolo al implantar un modelo como el sugerido.

Al haber politizado la discusión, la ciudad no esta analizando lo esencial del tema de la recolección de basuras y por lo tanto la solución que garantiza la sostenibilidad no se considera, lo que al final no termina beneficiando al ciudadano común, que lo único que le importa es que recolecten las basuras de manera oportuna y a un costo razonable, independientemente de quien sea el prestador.

Santiago de Cali, Enero 12 de 2007